El Monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano localizado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca de la Liébana (Cantabria, España). Alberga obras del Beato de Liébana
Beato de Liébana
También llamado San Beato, ( 701?–798 ), fue un monje del Monasterio de San Martín de
Turieno (actualmente Monasterio de Santo Toribio de Liébana), en la comarca de
Liébana ( Cantabria ), en las estribaciones de los Picos de Europa. Era un hombre de gran cultura cristiana. Sin duda no originario de los
Montes Cantábricos. Algunos historiadores piensan que venía más bien de Toledo,
o incluso de Andalucía. Quizá eligió este Monasterio de Liébana debido a la
proximidad de Covadonga y Cosgaya, lugares que los cristianos de la época daban
por milagrosos.
Pensador militante y enérgico, combatió a los que se comprometían con el
invasor, comenzando por el arzobispo de Toledo, a quien acusó de herejía.
Algunas fuentes no del todo fiables aseguran que Beato se retiraría
posteriormente al Monasterio de Valcavado en Palencia, donde sería nombrado
abad —según Alcuino de York—, y donde finalmente encontraría la muerte.
Pero por lo que es más
conocido Beato de Liébana es, sin duda, por su libro llamado "Comentarios
al Apocalipsis de San Juan", basado en los textos de dos padres africanos:
Primario y Ticonio, y otros de Apringio de Beja (siglos V y VI). Este libro
debió ser terminado alrededor del año 786. Diez años después, en el 796, redacta la versión definitiva. Estos
Comentarios contienen también uno de los más antiguos mapamundis del mundo
cristiano. De gran difusión durante la Alta Edad Media, debido a su trabajo en el
campo de la teología, política y geografía.
Beatos
A todas las copias del
códice "Comentario al Apocalipsis de San Juan" se les denomina de
manera simplificada "beatos". A partir del año 786 se copiaron múltiples ejemplares de
este libro original. Lo importante no es el texto en sí, sino las miniaturas o
iluminaciones que lo acompañan. Los
beatos conservados son 27 y de ellos 24 conservan miniaturas. Son libros que
van del siglo X al XIII. Los más antiguos se consideran prerrománicos por
haberse realizado en los siglos X y XI y posteriormente su estilo evoluciona al
románico pleno (siglos XII y XIII).
Las explicaciones sobre
las revelaciones de San Juan calmaban la inquietud espiritual de los creyentes,
preocupados por los males de su tiempo, el cercano "fin del mundo", y
la muerte. Tales catástrofes se veían personificadas en España por la invasión
islámica y el fin del reino cristiano visigodo.
Lo
fundamental de estas miniaturas es la expresividad del dibujo mediante una
alineación firme, con rayas que llevan en sí una intención expresiva. Su
desarrollo es plano, hierático, carente de claroscuros y perspectivas
espaciales, de intenso color, etc. Todo ello colabora en generar una gran
expresividad y dramatismo.
No cabe duda que los
beatos son los manuscritos medievales más valorados y estudiados. Se han
publicado diversas obras sobre ellos (y en diversos idiomas), se han publicado
láminas reproduciéndolos, facsímiles de impecable calidad, etc. A ello ha
contribuido la enigmática belleza de su arte.
Los
fondos son de gran intensidad cromática representando paisajes idílicos o
divididos en varias fajas de diferentes colores fuertes.
El exótico y misterioso
expresionismo de las miniaturas de los beatos del periodo prerrománico se ha
atribuido a una conjunción de influencias artísticas que van desde lo
tardorromano y bizantino, lo visigótico, lo carolingio y, por supuesto, lo
musulmán de Al-Andalus
Los beatos conservados son 27 y de ellos 24 conservan miniaturas. Son libros que van del siglo X al XIII. Los más antiguos se consideran prerrománicos por haberse realizado en los siglos X y XI y posteriormente su estilo evoluciona al románico pleno (siglos XII y XIII).
Hemos de aclarar que respetamos la denominación "mozárabe" por tradición, pero es completamente falso que los beatos fueran obras de artistas mozárabes, sino que están realizados en los monasterios del reino leonés (León, Zamora, Palencia...) eso sí, en el periodo del arte prerrománico que se suele denominar mozárabe (siglos X y XI hasta la llegada del románico
Las miniaturas de todos los beatos hacen referencia al propio Apocalipsis, no a los Comentarios, por lo que se cree que se copiaron en los beatos a partir de un libro visigodo del texto juanino. Éste sería el prototipo de los que los demás descienden.
Aunque en cada copia de beato se manifiesta la genialidad de su artífice y las modas de cada época, su iconografía permanece rígidamente invariable
Es una obra de erudición pero sin gran originalidad, hecha sobre todo de compilaciones. Beato toma extractos más o menos largos de los textos de los Padres y Doctores de la Iglesia; en particular, San Agustín, San Ambrosio, San Ireneo, San Isidoro. También está el comentario del Libro de Daniel por San Jerónimo.
La organización de la obra es juzgada por algunos como torpe, y el texto
a veces redundante o contradictorio. Lejos de una obra que emana una fuerte y
profunda personalidad, estamos en presencia de una producción un tanto
timorata, no dando pruebas de un gran espíritu de innovación. ¿Cómo tal libro,
escrito en 776 y alterado diez años más tarde, ha tenido tal impacto durante cuatro
siglos?. Si la parte de Beato es muy reducida, la obra contiene por el
contrario una traducción latina íntegra del Apocalipsis de Juan, lo que puede
en parte explicar su notoriedad
Los cristianos se encuentran después de 711 ante el Islam como lo habían
estado ante el Imperio romano. No pueden practicar su culto durante el día;
campanas y procesiones están prohibidas; las iglesias y los monasterios
destruidos no pueden reconstruirse; las persecuciones toman a menudo un cariz
sangriento.
El Apocalipsis se presenta entonces como el libro de la resistencia
cristiana. Los grandes símbolos toman un nuevo sentido. El Animal, que
designaba al Imperio, se convierte en el nombre del emirato (convertido mas
tarde en califato), - Babilonia no es ya Roma sino Córdoba, etc.
El Apocalipsis, que se había interpretado como una profecía del final de
las persecuciones romanas, se convierte en el anuncio de la Reconquista. Es una
promesa de entrega y castigo. El desciframiento es sencillo para las masas que
creen, y este libro termina por adquirir, en la España ocupada, más importancia
que los Evangelios.
Por supuesto, el arte mozárabe no nació de la nada: se encuentran las
raíces en las corrientes visigóticas, carolingias, árabes, y hasta en el arte
copto cuyas estilizaciones particulares son bien identificables.
Y si los especialistas detectan incluso contribuciones más alejadas,
mesopotámicas, eso no significa que el arte mozárabe no sea más que la
producción de artistas de segundo orden, sin gran personalidad, diluyendo su
falta de imaginación en el eclecticismo. Lejos ser una simple ilustración que
no añadiría nada al texto, o incluso que desviaría al lector, la coloración
mozárabe, a menudo en toda la página e incluso en doble página, como lo
reconoce Jacques Fontaine, conducía el alma desde la lectura del texto hasta la
profundización de su sentido en una visión.
Entre las obras más notables (si se excluye el Beato ), es necesario
citar la Biblia coloreada en 920 por el diácono Juan en el monasterio de
Sainte-Marie-et-Saint-Martin de Albares (dicha Biblia de Juan de Albares ,
conservada en los archivos de la catedral de León .
¡"Qué audacia moderna en todos los trazados!" Abstracción de la
figura, grafismo libre, decorado significativo: Juan de Albares es el más
destacadamente moderno, el más excesivamente intrépido de los iluminadores
mozárabes. "
Al observar estas imágenes, no tenemos el sentimiento de que más de diez
siglos nos separan.
Viajando en las páginas de los Beatos , no estamos ante realidades
sensibles aún próximas a las realidades naturales. Estamos en un mundo de
imágenes que hablan mejor al alma que lo harían las palabras apoyando los
conceptos, y que, al contrario, facilitan por su abstracción el acceso a la
verdad del relato, sin por ello favorecer una pura seducción estética por la
preponderancia de la ornamentación. Como si estallara en colores de fuego el
momento mudo de un éxtasis, el inefable sentido del texto encontrándose
cristalizado en formas y colores "surreales".
Los Beatos no son una inútil paráfrasis del Apocalipsis (o de su
comentario por el monje de Liébana): son visiones nacidas de una visión, de
nuevas capas de verdad añadidas al texto profético. Así la Belleza no es más
que una etapa en la ruta que conduce a la Verdad : el fuego de los colores se
mezcla en el brasero de las palabras para lanzar en nuestros almas deslumbradas
nuevas gavillas de significados.
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