Mark Whalen ( III )

Desde sus inicios pintando graffiti en gran escala en las calles de Sydney, Australia, Mark Whalen (con el seudónimo grafitero de Kill Pixie) evolucionó hasta realizar pinturas meticulosamente, examinando la experiencia humana mediante una gran exploración de la comunicación, emoción, sexualidad, invención, interacción y ritual - todo ello con un trasfondo tranquilo. El espíritu indomable de la creatividad y resistencia fractura y realinea viejas divisiones entre la calle y la Galería y reinterpreta la lucha humana universal de libertad y el control en un mundo empeñado en su autodestrucción.

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Al igual que en la obra de Cleon Peterson, estan diferenciados los dos polos opuestos de la humanidad en blancos y negros, pero sin la extrema violencia de las obras de Peterson y su categoria de víctimas y verdugos. Algo diferente ocurre en la obra de Mark, pese a esa acusada desigualdad están unidos, pertenecen al mismo credo, habitan el mismo mundo construido con imaginación rigurosa y orden cuadriculado, donde cada elemento ocupa su lugar y cumple con su cometido dentro de una asimetría simétrica aparente y fortuita. El comportamiento tan extraño de estos seres, es lo que nos tiene fascinados. Mark ha creado un mundo completamente nuevo y perfectamente estructurado en otra dimensión. Pero ha ocurrido la tragedia, se le ha ido de las manos y se han independizado de su creador,  ahora se rigen por una ley sin lógica mental humana de comportamiento, reorganizando su mundo, creando sus propias motivaciones y necesidades. Ahora son ellos los que dictan los movimientos neuronales de Mark y se ha convertido en su esclavo. Las cadenas que él mismo se ha impuesto son muy pesadas. Dudo mucho que se pueda liberar. Si no se produce una catarsis lo habremos perdido para siempre.

JL.Coral

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