Arte Maya clásico - Jaina - escultura

Ubicación en la costa de la isla de Jaina

Mesoamérica es un área definida por la cultura y una región del continente americano que comprende la mitad meridional de México; los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice; así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. 

Isla de Jaina

Isla de Jaina se encuentra en el litoral de la península de Yucatán y pertenece al estado mexicano de Campeche. Es una pequeña isla de naturaleza calcárea ubicada unos 40 km al norte de San Francisco de Campeche y alrededor de 15 km al sur de la isla de Piedras. Contiene un sitio arqueológico maya que consiste esencialmente en una necrópolis cuyos vestigios datan del año 600, hasta el 1200 dC.

El nombre de la isla (Jaina) probablemente deriva del término maya jail-na que significaría casa de agua. La ubicación hacia el poniente de este sitio, como necrópolis, también podría estar vinculada a la creencia maya de que hacia ese punto cardinal estaba el mundo de los muertos, "donde el sol se pone".

La isla de Jaina  fue un pequeño asentamiento maya. Jaina se estableció cerca 300 d.C., y al parecer fue abandonado hacia 1200. La ocupación principal de la isla ocurrió hacia el fin de ese periodo, en el clásico tardío. Los vestigios que se pueden ver el día de hoy consisten en dos grupos de edificios en torno a plazas y un juego de pelota.

Lo significativo del sitio está más vinculado a la necrópolis que ahí se encuentra y que contiene aproximadamente 20,000 tumbas o enterramientos, de las cuales más de 1,000 han sido excavadas y valoradas arqueológicamente. En cada enterramiento los despojos humanos han estado acompañados de piezas de cerámica y objetos de material vítreo, que generalmente estaban dispuestos sobre el pecho del ocupante de la tumba o en las manos del mismo.

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PAREJA

  300 d.C.- barro bruñido - ( 46.7 x 44,2 x 35 cm )

Es raro la representación de afecto personal en el arte mesoamericano, los pocos ejemplos del arte  Maya clásico de la isla de Jaina se interpretan como representaciones simbólicas en lugar de representaciones de intimidad interpersonal. Por este motivo adquiere cierta relevancia esta preciosa pareja que me ha cautivado por la exquisita delicadeza y profunda emotividad con la que ha sabido plasmar el artista los sentimientos en los rostros y posturas en ambas figuras. La mirada relajada, la sutil insinuación de sonrisa y el gesto cariñoso ayudan a evocar una intima y amorosa conversación.

JL.Coral