Jeremy Mayer comenzó su carrera en 1994 en el estado de Iowa y vive en la actualidad en Oakland. Es un verdadero artista del reciclaje, centrado casi exclusivamente en desguazar antiguas máquinas de escribir y convertirlas en excepcionales esculturas.
Derr III
Deer III detalle del perfil
Busto V anciano
Busto V anciano parte poterior
Araña XIII
Pulpo
Gato
Gato - detalle
Pingüino
Libélula
Saltamontes
Robot
El lo define así: "Cuando tenía alrededor de 10 años solía sentarme en el suelo al lado de la vieja máquina de escribir Underwood de mi madre, presionando las teclas y examinando los mecanismos interiores. A mediados de la década de 1990 pintaba ilustraciones y dibujos con temas de fantasía y de ciencia ficción, llena de componentes y sus funciones. En esas fecha un familiar me encargó llevar una máquina de escribir a una tienda de segunda mano para venderla y en vez de llevarla decidí que iba a ver lo que había dentro de esa pequeña Olivetti que me habían dado. Me encantó lo que ví."
"Para realizar mis obras, desmonto cuidadosamente las máquinas de escribir sin dañar los componentes, clasifico las piezas por la forma en que pueden corresponder a cada parte de la anatomía, cosa en la que puedo invertir muchas horas y luego las vuelvo a ensamblar, construyendo figuras anatómicas. No sueldo ni pego nada, todas las juntas están engranadas. Utilizo los tornillos, collares del pasador de fijación, pernos, resortes, tuercas, arandelas de presión y cualquier pieza original de la máquina para unir todas las piezas. Para realizar figuras humanas he llegado a invertir muchas horas de trabajo, en algunas he pasado hasta 1.400 horas para terminar de ensamblarlas.
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