“Antes de comenzar
un icono, este debe estar impreso en uno.
Esa imagen ha de
ser una interiorización y no solo una memorización.
Si uno va a buscar
la salvación mediante este oficio santo,
debe crear un
espacio interior de silencio, donde la morfología sagrada pueda vivir”
Andréi Rubliov
Símon Ushakov
Símon Ushakov
Andréi Rubliov
Símon Ushakov
Símon Ushakov
Símon Ushakov
Andréi Rubliov
Andréi Rubliov
Andréi Rubliov
Símon Ushakov
Un icono ( del griego εἰκών, eikon: ‘imagen’) es una imagen, cuadro o representación; es un signo que sustituye al objeto mediante su significación, representación o por analogía, como en la semiótica.
En la ortodoxia oriental y en otras tradiciones de pintura
cristiana, un icono es generalmente un panel plano en el cual aparece pintado
un santo o un objeto consagrado ( como Jesucristo,
la Virgen María, los santos, los ángeles o la cruz cristiana ). Los iconos
también pueden ser en relieve y estar hechos de metal, esculpidos en piedra,
bordados, hechos en papel, mosaico, repujado, etc
La tradición de la pintura de iconos se desarrolló con
gran fuerza en el Imperio bizantino, principalmente en la ciudad de Constantinopla.
Después de la caída de Constantinopla ante los turcos en 1453, la tradición
pasó a regiones influenciadas previamente por la religión, tales como Rusia, Georgia
y Creta.
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