Derviche significa literalmente “el que busca las puertas”. Los derviches son los sufíes islámicos. El sufismo es una corriente espiritual surgida en Persia antes de la era cristiana que se integró posteriormente en el Islam y que engloba a unos 50 millones de personas de todo el mundo.
El término derviche proviene de la palabra persa darvīsh. Este término era habitual para denominar a los mendicantes ascéticos. Esta palabra también es usada para referirse a un temperamento imperturbable o ascético, es decir para una actitud que es indiferente a los bienes materiales.
Un derviche es, en el sentido más habitual de la palabra, un miembro de una tariqa, es decir, una cofradía religiosa musulmana de carácter ascético o místico (sufí). También designa, en Irán y Turquía particularmente, a un religioso mendicante, que en árabe se llama faqīr. En Marruecos y Argelia se usa más comúnmente la palabra ijwān («hermanos») para designar a los miembros de una cofradía.
Derviches - Irán - finales siglo IXX
La primera tariga de la que se tiene constancia es la llamada Qadiriyya que fue creada en 1166 y que fue fundada por 'Abd al-Qádir al-Yilani. Muchos derviches son los ascetas mendicantes que han tomado el voto de pobreza. La razón por la que piden dinero es para aprender la humildad pero tienen prohibido pedir para su propio bien por lo que tienen que dar este dinero a otra gente pobre.
Hay también varios grupos de derviches, como los sufíes que pertenecen a los ascetas y místicos musulmanes que tienen su origen en algunos santos musulmanes y profesores como Ali Ibn Abi Talib y Abu Bakr as-Siddiq. Varias órdenes han aparecido y desaparecido durante los siglos y cada una tiene su fundador, sus trajes característicos y su ritual, que puede ser la repetición de frases sagradas, la búsqueda de un estado de hipnotismo o danzas giratorias que proverbialmente está asociado con la orden de Mevleví en Turquía y que es utilizado para alcanzar el éxtasis religioso (majdhb, fana). El nombre Mevleví proviene de "Mevlana", tratamiento que se le daba al poeta persa Rumi que era un Maestro ( sheyj ) de derviches.
Se conoce a los Mevleví también como Derviches Giróvagos o Derviches Giradores porque tienen una ceremonia de danza-meditación, llamada Sema, que consiste en una danza de hombres acompañada por música de flauta y tambores. Los danzantes, giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando "la ascendencia espiritual hacía la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego". La ceremonia se originó entre los místicos de la India y los sufís turcos.
El tema principal del sufismo es la consecución (o realización) de la proximidad o unión con Dios (qurba) o la santidad (walaya), lo cual lo diferencia de otras formas de espiritualidad islámica
Ellos proponen un camino de búsqueda de la experiencia de Dios para alcanzar la unidad a través del amor. Su propósito es inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del alma a unos estadios más elevados de conciencia. Además de esta faceta espiritual, el sufismo ha dado lugar una rica cultura, en forma de música y poesía, que se ha desarrollado en diferentes ámbitos y países, siendo especialmente destacables a este respecto los ejemplos de Turquía y Pakistán.
La mayoría de los sufíes están organizados en tariqas u órdenes, que han creado elaborados rituales de recitación, que incluyen danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino del iniciado (muridin) hacia la unión con Dios.
La danza de los derviches no es al azar. Cada movimiento, cada gesto simboliza alguna cosa. Los giros se practican según determinadas reglas, en lugares y momentos precisos. La mano derecha se coloca extendida hacia lo alto con la palma mirando hacia el infinito, la mano izquierda se dirige hacia la tierra. De esta manera el bailarín se convierte en un mediador entre el cielo y la tierra, lo infinito y lo finito, la persona se vacía para ser un canal de lo divino.
En este rodar rítmico se busca entrar en unión con el Todo olvidándose de uno mismo.
Los mevlevíes alcanzan el éxtasis místico gracias a la danza, símbolo del baile de los planetas. Los derviches giran sobre sí mismos hasta conseguir el éxtasis. La danza es acompañada de flautas, atabales, tamboriles, esa especie de violines llamados kamanché, y laúdes de mástil largo como el saz turco. Esta tradición musical se desarrolló a través de la ceremonia maulawiyya llamada Ain Sharif, que ha tenido compositores famosos como Mustafa Dede (1610-1675), Mustafa Itri (1640-1711), o el derviche Alí Siraÿaní (m. 1714).
La Tradición Sufí no es una religión ni un culto. Es una filosofía de vida y su objeto es ofrecer al hombre una vía, un camino práctico que le permita alcanzar un grado de conciencia superior y, por medio de este estado elevado de conciencia, comprender su relación con el Ser Supremo.
Esta filosofía se ha transmitido durante siglos, conserva su antigua calidad y sus secretos antiguos han sido custodiados a fin de que esté disponible, inmutable y limpia para aquellos que buscan una sabiduría más profunda a través de una conciencia profunda.
La Tradición sostiene que el hombre, en su estado presente, es un ser condicionado: condicionado desde que nace, a aceptar -la mayoría de las veces sin cuidado ni referencias- una cantidad de actitudes, puntos de referencia y teorías que traban sus pensamientos y acciones a lo largo de toda su vida. Este condicionamiento no es del todo malo o negativo. Un poco de condicionamiento es necesario. La fe, la piedad, la disciplina, la confianza, la obediencia y el orden son todas cualidades nobles que deberían enseñarse, aprenderse y ponerse en práctica.
Sostienen que la pureza del ser interior del hombre, puede sacarlo de lo mundano y protegerlo de la corrupción y la contaminación del “mundo externo”. Esto no significa que sea necesario retirarse a una cueva en la montaña o a una ermita. Al contrario, implica ser un miembro pleno y mejor de la sociedad: “estar en el mundo sin ser del mundo”, seguir reglas y disciplinas que produzcan paz interior y, por medio del ejemplo, instruir a otra gente digna, con humildad e intención; escuchar la voz de la Naturaleza para que los secretos de la Tradición puedan ser conocidos, pero sólo por aquellos cuya intención sea pura y por quienes puedan jurar que usarán la Sabiduría bien y de buena fe.
Ibn Arabi
Abū Bakr Muhammad Ibn 'Alī Ibn al-'Arabi ( Murcia, 28 de julio de 1165 – Damasco, 16 de noviembre de 1240 ), más conocido como Ibn Arabi, Abenarabi y Ben Arabi fue un místicosufí, filósofo, poeta, viajero y sabio musulmán andalusí. Sus importantes aportaciones en muchos de los campos de las diferentes ciencias religiosas islámicas le han valido el sobrenombre de Vivificador de la Religión y El Doctor Máximo. Es probablemente la figura más influyente en la historia del misticismo islámico.
Nacido en Murcia, de padre murciano y madre bereber, se trasladó con su familia a Sevilla a la edad de 7 años. Sus estudios literarios juveniles transcurrieron entre Lora del Río y Carmona.El ansia de saber condujo a Ibn Arabi a una vida viajera, recorriendo primero su Al-Andalus natal y luego el Norte de África visitando a los diferentes grupos sufíes. Más tarde visitó El Cairo y Jerusalén. Después de pasar dos años de emociones espirituales en La Meca decidió continuar viaje a Bagdad, Mosul, Konya y Damasco, donde finalmente se estableció durante 17 años hasta su fallecimiento.
El gran filósofo sufí Ibn Arabi escribe:
Mi corazón abarca todas las formas,
contiene un prado para las gacelas
y un monasterio para los monjes cristianos.
Hay un templo para los idólatras
y un santuario para los peregrinos;
en él está la tabla de la Tora
y el Libro del Corán.
Yo sigo la religión del Amor
y voy por cualquier camino
por donde me lleve Su camello.
Ésta es la verdadera fe;
ésta es la verdadera religión.
RUMI
Yalal ad-Din Muhammad Baljí en persa, Celaleddin Mehmet Rumi en turco, o Yalal ad-Din Muhammad Rumí en árabe, también conocido como «Mawlana», «Mavlana» o «Mevlânâ», que significa «Nuestro Señor» en árabe, fue un célebre poeta místico musulmán persa y erudito religioso que nació el 30 de septiembre de 1207 en Balj, en la actual Afganistán y murió en Konya un 17 de diciembre de 1273. También es conocido como Rumí.
Cuando Rumi tenía doce años, su familia dejó las provincias orientales de Persia. Durante esta peregrinación conoció lugares como Jorasán, Bagdad, La Meca, Medina, Jerusalén, Alepo y Damasco, llegando a conocer a muchos de los eruditos y sufíes de la época. En Nayshapur conoció al renombrado poeta persa sufí Farid al-din Attar quien le renombró como Jalal ad-Din y le dijo a su padre "Pronto este hijo tuyo hará arder a los aspirantes espirituales de este mundo".
Con 24 años, Rumi, casado y con su primer hijo, ya había comenzado su acercamiento y contacto con la espiritualidad gracias a la instrucción comenzada por su progenitor y continuada bajo la tutela de Sayyid Burjanedín de Balkh, amigo cercano de su padre, quien lo iniciaría en los misterios del Sufismo.Rumi conoce a Sayyid que durante nueve años le instruye en la "ciencia de los profetas y los estados". Esta instrucción comenzó con un retiro estricto de cuarenta días continuando con varias disciplinas de meditación y ayuno.
En 1244 y a la edad de treinta y siete años, Rumi conoció al errante espiritual llamado Shams-e-Tabrizi. Este encuentro marca el punto de inflexión en la vida de Rumi, quien hasta ese entonces había sido un profesor de religión eminente y un místico elevado para convertirse en un poeta extático y gran amante de la humanidad.Rumi regresó a Konya, empezó su instrucción abierta del Sufismo y creó la danza espiritual de los derviches giróvagos, por la que la orden Mevleví ha sido famosa durante los siguientes siglos.
Rumi, a sus cincuenta años, inició el dictado de su monumental obra, el Masnavi. Husamedín describió el proceso diciendo: "Él nunca tomó una pluma en su mano mientras componía el Masnavi. Dondequiera que estuviese, ya sea en la escuela, en los baños termales del Ilgin, en los baños de Konya, o en los viñedos de Meran, yo escribía lo que él recitaba. A menudo apenas podía seguirle el paso, a veces día y noche durante varios días. Otras veces no componía durante meses, y una vez estuvo dos años sin producir nada. Al término de cada libro, yo se lo leía de vuelta, de modo que pudiera corregir lo que había escrito."
Rumi cayó enfermo y falleció el 17 de diciembre de 1273, uno de los maestros sufís más grandes de la historia y el poeta sufi y persa más reconocido en el mundo. Luego de su muerte, sus seguidores fundaron la orden sufí Mevlevi, mejor conocidos como los "Derviches Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada "semá" donde hombres ( y actualmente, mujeres ) giran sobre si mismos acompañados por flautas y tambores.
El "Masnavi" entreteje fábulas, escenas de la vida cotidiana, revelaciones Coránicas y exégesis y temas metafísicos, formando un extenso e intrincado tapiz. Rumi creyó apasionadamente en el uso de la música, la poesía y el baile como medio de búsqueda para alcanzar a Dios. Para Rumi, la música ayuda a los devotos a centrar su ser en lo divino, y a hacer esto tan intenso que el alma se destruya y resucite. Fue ésta la idea que en la práctica desarrollaron los Derviches Giróvagos en una forma ritual. Él fundó la orden del Mevleví, y creó el "Sema", una danza sagrada. En la tradición de la orden Mevleví, la Sema representa un viaje místico de desarrollo espiritual, permitiendo el perfeccionamiento de la mente y el amor. En este viaje el buscador da vueltas simbólicamente hacia la verdad, abandona el ego, encuentra la verdad, y llega a la "Perfección"; luego regresa de este viaje espiritual con mayor madurez, para amar y estar al servicio del conjunto de la creación, sin discriminación hacia las creencias, razas, clases y naciones.
Rumi puede verbalizar el altamente personal y a menudo confuso mundo del crecimiento personal/espiritual y místico de una manera muy concisa y directa. Él no ofende a nadie e incluye a todos en sus textos. El mundo de Rumi no es ni exclusivamente el mundo de un sufí, ni el mundo de un hindú, ni un judío, ni un cristiano; es el estado más alto de un ser humano, un ser humano completamente desarrollado, no encasillado por limitaciones culturales.
Los poemas de Rumi se pueden oír hoy en las iglesias, sinagogas, monasterios de Zen, así como en los escenarios del arte y de la música en Nueva York. Las visiones, las palabras, y la vida de Rumi enseñan cómo alcanzar la paz y felicidad interna, para poder, finalmente, parar la corriente continua de la hostilidad y el odio y alcanzar la paz y armonía globales verdaderas.
Rumi - poema
¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mí mismo.
No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.
No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego.
No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.
No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.
No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno.
No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni de Rizwán.
Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal.
No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.
He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno;
Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.
Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;
no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana.
Derviches danzando en Estambul
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