Martín Díaz forma parte de la primera generación de
una familia México americana, nació en Tucson, Arizona, y sus padres son
originarios de Sonora, México. Martín cuenta que su niñez fue normal y feliz; típica de una familia mexicana,
con una influencia muy fuerte de la religión católica. Entre sus recuerdos de
niño, destacan: las visitas a las catedrales, las misas los domingos y en
semana santa y por sobre todo “la explosión de color en los cementerios, el día
de los muertos en Nogales.” Se graduó en la escuela secundaria Sunny Side de Tucson; cuenta que mientras
estaba como estudiante nunca se interesó realmente por el arte y la pintura. El
golpe de inspiración por pintar y el arte vino cuando tenia 20 años, a esa edad
comenzó a desarrollarse su interés por el arte.
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